En Mariajoana no nos conformamos con “lo que se dice por ahí”. Nuestro compromiso es darte información técnica, clara y al día sobre CBD: qué es, cómo se regula, en qué productos tiene sentido y qué puedes esperar de cada formato.
Leemos normativas, revisamos informes, contrastamos con estudios y experiencia de campo, y te lo servimos sin humo: lenguaje sencillo, buenas prácticas y límites legales para que compres, vendas o uses el CBD con criterio. Porque en un sector que cambia rápido, estar bien informado no es un lujo: es seguridad, confianza y resultados.
Dicho esto, vayamos al tema del post. En los últimos meses, España ha dado dos pasos relevantes en cannabis medicinal:
- Más transparencia sobre quién puede cultivar/producir con fines médicos y científicos.
- Avances (lentos) hacia la regulación del uso medicinal en el SNS.
Mientras tanto, el CBD como alimento sigue en “stand-by” europeo (Novel Food), lo que mantiene a las tiendas operando con prudencia (cosmética, coleccionismo, cáñamo industrial, etc.). Veamos el mapa.
1) ¿Qué ha cambiado en licencias? (y por qué importa)
- La AEMPS ha actualizado públicamente la lista de autorizaciones vigentes para cultivar cannabis con fines médicos y/o científicos (empresas y centros de investigación). La última actualización es del 7 de agosto de 2025 e incluye actores como Linneo Health, Ondara, Phytoplant, etc. Esto aporta visibilidad y trazabilidad a un tema históricamente opaco.
- Además, el Consejo de Transparencia ha obligado a Sanidad/AEMPS a detallar información sobre estas licencias, abriendo la puerta a mayor escrutinio público de expedientes y criterios. Varias cabeceras lo han destacado recientemente.
- La AEMPS ha lanzado también su Portal de Transparencia, con más datos institucionales y de actividad, en línea con la Ley 19/2013. Buen paso para normalizar el sector. AEMPS+1
Traducción práctica para el sector
- Para productores y B2B: más claridad sobre quién opera legalmente y bajo qué condiciones → facilita partnerships y due diligence.
- Para retail: aunque estas licencias no habilitan venta recreativa ni de “flores” al público, ayudan a profesionalizar la cadena de suministro (estándares GMP, trazabilidad), lo cual mejora la percepción del cannabis medicinal y del CBD de calidad.
2) Cannabis medicinal: el RD que viene (y sus límites)
Sanidad ha perfilado que el uso medicinal se limite a prescripción por especialistas y para un listado acotado de patologías (fórmulas magistrales dispensadas en hospital). No es “legalización” del consumo, es uso médico controlado.
Claves para tiendas:
- No habilita venta de preparados de THC o flores al público.
- Puede aumentar la conversación sobre cannabinoides y empujar la demanda de información fiable (formación al cliente, guías, comparativas).
3) CBD como alimento: situación 2025 (por qué sigues leyendo “no apto para consumo”)
A nivel UE, la EFSA suspendió en 2022 la evaluación de seguridad del CBD como Novel Food a la espera de más datos (ingesta, toxicidad, interacciones). España, vía AESAN, mantiene esta línea: sin autorización UE no puede venderse como alimento o suplemento.
Traducción para tu escaparate:
- Sí: cosmética con CBD conforme a Reglamento (CE) 1223/2009, cáñamo industrial (fibras/semillas autorizadas), aceites no comercializados como alimento, “colección/aroma”, etc.
- No (hasta nuevo aviso): gummies, bebidas y gotas comercializadas como alimento/suplemento con CBD.
Nota: verás artículos que afirman “ya es legal vender CBD como alimento”; cuidado con fuentes poco fiables. La autorización europea es la llave.
4) Checklist para empresas del sector (sin sustos)
- Etiquetado: evita claims de salud; en cosmética, usa vocabulario de cuidado de la piel (calmante, hidratante, etc.) acorde a función cosmética.
- Vía de uso: si no es alimento, no sugieras ingestión.
- Trazabilidad: pide análisis de lote (CBD/THC, metales, pesticidas) y conservas certificados.
- Canales: separa claramente cosmética/uso externo de cualquier “aceite aromático” (sin alegar consumo).
- Formación de equipo: guion de respuestas típico (“no es alimento”, “cumplimos normativa cosmética y límites de THC”).
- Proveedores: prioriza fabricantes con GMP/ISO y, si trabajan medicinal, aún mejor.