El cannabis vuelve a sorprender. Pero esta vez no es con THC ni con CBD. Es con una molécula poco conocida: el CBDA, o mejor dicho, un derivado sintético de este ácido llamado EPM301.
Un equipo de científicos israelíes ha demostrado que este compuesto tiene potencial real para tratar distintos tipos de obesidad. Sí, has leído bien.
A continuación te lo contamos como nos gusta en MariaJoana: sin rodeos, sin palabras innecesarias, pero con todo lo que necesitas saber.
Título original: The Metabolic Efficacy of a Cannabidiolic Acid (CBDA) Derivative in Treating Diet- and Genetic-Induced Obesity
Autores: Elad Ben-Cnaan, Anna Permyakova, Shahar Azar, shira Hirsch, Saja Baraghithy, Liad Hidden, Joseph Tam
Fecha publicación: 17/05/2022
Publicado en International Journal of Molecular Science: https://doi.org/10.3390/ijms23105610
El extracto del estudio: ¿qué han descubierto?
El estudio, publicado en International Journal of Molecular Sciences, se propuso evaluar si el EPM301 podía ayudar a reducir el peso y mejorar la salud metabólica en dos modelos de obesidad:
- Obesidad inducida por dieta (DIO): la típica de comer mal y moverse poco.
- Obesidad genética (GIO): como la que se da en el síndrome de Prader-Willi, una enfermedad rara pero muy compleja.
Los resultados fueron prometedores: el EPM301 no solo redujo peso, sino que también mejoró el perfil de lípidos, redujo la grasa hepática y estabilizó los niveles de glucosa e insulina en sangre.
Incluso ayudó a reducir el apetito voraz (hiperfagia) en ratones con obesidad genética. Todo esto sin efectos secundarios graves.
Resultados en detalle: ¿qué hizo exactamente EPM301?
En ratones con obesidad por dieta:
- Bajaron de peso y perdieron grasa, sin afectar su masa muscular.
- Mejoraron su tolerancia a la glucosa e insulina.
- Se redujo la inflamación hepática y la acumulación de grasa en el hígado.
- Mejoró su perfil de colesterol: menos triglicéridos y LDL, más equilibrio.
Y como bonus track: también empezaron a moverse más. Volvieron a correr en la rueda como si no hubiera mañana. El tratamiento devolvió algo parecido a la motivación.
En ratones con obesidad genética:
Aquí la cosa fue aún más curiosa. El EPM301:
- Redujo la hiperfagia (las ganas compulsivas de comer).
- Previno por completo la ganancia de peso, incluso sin dieta especial.
- Aumentó la oxidación de grasa como fuente de energía (en lugar de carbohidratos).
- Mejoró la actividad física general, aunque de forma más modesta que en los otros ratones.
Y lo más interesante: la misma dosis tuvo efectos diferentes según el tipo de obesidad, lo que sugiere que este cannabinoide actúa de forma muy precisa según el contexto.
¿Qué es exactamente el EPM301?
Se trata de una versión modificada del CBDA, el precursor natural del CBD en la planta de cannabis. Al CBDA le cuesta mucho mantenerse estable (se degrada fácilmente), por eso los científicos lo estabilizaron en forma de CBDA-O-metil éster, o EPM301.
Esta molécula ya había demostrado ser eficaz para tratar ansiedad y depresión en animales. Y ahora, al parecer, también podría ser una herramienta realista contra la obesidad y sus consecuencias.
¿Y esto se puede usar ya?
Todavía no. Se trata de un estudio preclínico en ratones, no en humanos. Pero los resultados son lo suficientemente buenos como para justificar ensayos clínicos en personas, especialmente en casos de obesidad grave o genética como el síndrome de Prader-Willi, donde hay pocas opciones de tratamiento eficaces.
Lo que está claro
El cannabis medicinal sigue avanzando. Y lo hace en direcciones inesperadas. No todo se reduce al CBD o al THC. A veces, las claves están en esos compuestos “menores” que, cuando se estabilizan y se estudian bien, pueden cambiar las reglas del juego.
¿Será el EPM301 uno de ellos? No lo sabemos aún. Pero estamos atentos.